Cuerpo #11: Dylan Klebold – Cuerpo #12: Eric Harris

AVISO: Se incluyen las fotografías reales de los cuerpos en versión censurada. Se han pixelado las caras y se ha rebajado el brillo de los tonos rojos para que las manchas de sangre no resalten tanto. Aun así, las imágenes podrían herir la sensibilidad de algunos lectores. 

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En la esquina sudoeste de la biblioteca, al sur de la mesa #15, se hallaron los cuerpos de los dos perpetradores de la matanza. Ambos muertos a causa de heridas autoinfligidas.


El cuerpo #11, Dylan Klebold, se hallaba tumbado sobre su espalda y con la cabeza apuntando al este. Sus piernas estaban dobladas a partir de la cadera, con las rodillas hacia el norte y la parte inferior de las piernas hacia el oeste. Su brazo izquierdo estaba cruzado sobre su abdomen y llevaba un guante sin dedos negro en su mano izquierda. Su brazo derecho estaba extendido junto a su cuerpo, y su mano derecha estaba alrededor de la empuñadura de la pistola TEC-9. Cinta adhesiva gris alrededor de su muñeca derecha sujetaba dos rascadores (papel de lija para encender fósforos) en la zona anterior de su antebrazo. Vestía una camiseta negra con la palabra “Wrath (Ira)” escrita en rojo en la parte frontal, pantalones cargo negros, botas negras y calcetines blancos. Un gran cuchillo estaba en el lado izquierdo de su cinturón. Su cara estaba manchada de sangre y había un gran charco de sangre en la moqueta bajo su cabeza.

Se observaba un gran charco de sangre situado al norte, este y sur de la cabeza de Klebold, además de al oeste bajo su hombro izquierdo. Había una zona manchada de sangre en la parte posterior de su brazo izquierdo por encima del codo que no era consistente con haberse formado con el brazo en la posición en que se encontró. Además, algunos de los flujos de sangre sobre su cara también se formaron mientras la cabeza se encontraba en otra posición diferente a la que fue hallada. Estos flujos indicaban que la cabeza de Klebold había permanecido apoyada sobre su sien derecha, lo que permitió que la sangre fluyera desde la herida en la sien izquierda. Había manchas de sangre en su bíceps derecho y en la parte izquierda central de su cuello. La parte inferior de la visera de la gorra de béisbol encontrada al norte de Klebold estaba empapada en sangre. La gorra estaba muy cerca de la parte manchada de sangre de la rodilla izquierda de los pantalones de Harris.

Los resultados preliminares de la autopsia llevada a cabo por el Dr. Galloway indicaron que tenía una herida de contacto en la sien izquierda, con su correspondiente herida de salida en la sien derecha. También había aspirado sangre. Podría haber sido capaz de realizar algún movimiento involuntario tras recibir el disparo.


El cuerpo #12, Eric Harris, se encontraba al norte de Klebold. La parte superior de su espalda estaba apoyada contra el estante inferior del lado oeste de la estantería #6, con su cabeza hacia el sur. Su cráneo estaba abierto por la parte superior y las estanterías tras él (hacia el este) y la zona del techo sobre él estaban manchadas de sangre. Sus brazos estaban junto a su pecho, con sus antebrazos y manos dobladas hacia su cara. Llevaba un guante sin dedos de color negro en su mano derecha. Sus piernas estaban extendidas hacia el oeste. Vestía una camiseta blanca, pantalones negros con un cinturón verde con bolsillos, botas negras y un cuchillo sujeto con una correa a su pierna derecha.

Una gorra de béisbol con la letra B (logo de los Boston Red Sox) fue encontrada entre la cabeza de Klebold y la pierna izquierda de Harris.

Había un gran charco de sangre al este, sur y oeste de la cabeza de Harris. Las zonas con mayores manchas de sangre en las estanterías situadas al este (contra las cuales estaba apoyado el cuerpo) estaban alineadas con su cintura, piernas y parte superior del cuerpo. Tanto el lado derecho de su cara como su brazo derecho estaban manchados de sangre. La zona de sus pantalones alrededor de su rodilla izquierda estaba empapada en sangre y un pedazo de cráneo fue hallado al norte de su pantorrilla izquierda. Las manchas en el techo y en las estanterías eran consistentes con Harris recibiendo el disparo en su cabeza mientras se encontraba sentado. Tras el mismo, sus cabeza y la parte superior de su tronco se desplazaron hacia el sur.

Los resultados preliminares de la autopsia llevada a cabo por el Dr. Galloway indicaron que tenía una herida en la cabeza originada en su boca. Se podía observar que había sangrado por la nariz. Se recogieron fragmentos de su cráneo que tenían agujeros circulares, provocados por los perdigones.
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Las fotografías del National Enquirer

Tras la filtración de varias fotografías de la escena del crimen en marzo de 2002, se temía que estas terminaran en internet o siendo publicadas por algún tabloide sensacionalista. Estos temores se convirtieron en una realidad tan solo tres meses más tarde, cuando se supo que dos de estas imágenes (mostradas arriba) se publicarían en la edición del 4 de junio del National Enquirer.

El por entonces redactor jefe del tabloide, David Perel, dijo que las fotografías se publicarían en color junto a un artículo titulado “Cómo murieron realmente los dos estudiantes armados”.

Perel también declaró que decidieron publicar las fotos porque “son fascinantes, muy potentes y ayudan a ilustrar un reportaje muy significativo. Creo que también arrojan dudas sobre la versión oficial de los hechos”.

Los factores determinantes en esta decisión fueron la ausencia de víctimas en las fotografías y su valor informativo respecto al artículo que acompañaban, que abordaba la teoría de que Klebold pudiera haber sido asesinado por Harris.

Cuando fue entrevistado por periodistas del Denver Post, Perel declinó decir cómo había conseguido las imágenes el tabloide o si pagaron por ellas.

“Hay mucha gente ahí fuera, en Denver, que quiere que se publiquen estas fotografías, y no fueron difíciles de encontrar” señaló. “Incluso se podría decir que llegaron a nosotros”.

“Estas imágenes nos muestran claramente el hecho de que no hay nada romántico en un acto como este” añadió Perel. “Estas personas tuvieron un final brutal. Mostrar imágenes tan potentes y fascinantes como estas nunca es una decisión fácil de tomar. Y desde luego que va a ser algo de lo que se hablará en todo el país durante semanas”.

Portada de la edición del 4 de junio de 2002. El número que incluía las fotos.

Brian Rohrbough, cuyo hijo de 15 años murió en el tiroteo, declaró a la prensa que no se oponía a que se publicaran. “Lo primero que pensé es que esta es la forma en que Klebold y Harris deberían ser recordados”, dijo. “Pero también opino que la Oficina del Sheriff no debería haber filtrado estas fotos”.

“No me importa si se publican las imágenes de Eric Harris y Dylan Klebold”, responde Rohrbough. “No merecen la misma consideración que sus víctimas”.

Varias cadenas de supermercados como King Soopers, City Market, Albertsons, Safeway y 7-Eleven vetaron esta edición del National Enquirer negándose a venderla en sus tiendas del estado de Colorado.

“Las imágenes son de naturaleza muy sensible, y hemos tomado esta decisión por respeto a las familias (de las víctimas) que viven aquí”, explicó Donna Giordano, vicepresidenta de ventas y marketing de la empresa King Soopers.

“A todos nos dolió profundamente esta horrible pérdida de vidas, y no creemos que al público vaya a servirle de nada que ofertemos esta publicación en nuestras tiendas”, añadió Brian Murty, vicepresidente de la división de la cadena Albertsons en el área de las Montañas Rocosas, en un comunicado.

El escritor Stephen King mencionó las fotos en una entrevista que le realizaron para el libro “Hollywood’s Stephen King” de Tony Magistrale.

Creo que el sentirse atraído por el horror siempre ha sido una constante. A la gente le gusta desacelerar y mirar cuando pasan junto a un accidente. Esa es la conclusión. La semana pasada me compré un ejemplar del National Enquirer solo porque no debía hacerlo. Incluía un artículo sobre Dylan Klebold y Eric Harris, los asesinos de Columbine. En este número del tabloide, que había sido censurado en algunos lugares, se mostraban fotos de los dos chicos una vez muertos. En las columnas de texto que las acompañaban se explicaba por qué el National Enquirer estaba proporcionando un auténtico servicio al país mediante la publicación de estas fotografías. Lo cual es una gilipollez. No era más que un intento por parte de los editores de justificar el hecho de que habían publicado imágenes de esos dos chicos tendidos sobre charcos de sangre. Y obviamente yo me hice con una copia porque eso era lo que quería ver: las fotografías de los dos chicos sobre charcos de sangre.

Ahora, durante años he tenido que responder un montón de preguntas en relación al álbum de recortes sobre Charles Starkweather que tenía cuando era un niño. Argumentaría que había un propósito constructivo tras ello: se trataba de la prueba, al menos para mí, de que el hombre del saco está muerto. Pero hay algo más aquí. Siempre existe la tentación de ver a alguien muerto. Esa era verdaderamente la premisa central tras el viaje que realizan esos chicos en Cuenta Conmigo. Y esa tentación no cambia solo porque la civilización o la sociedad lo haga. Es algo innato en la psique humana.

Como curiosidad, Charles Starkweather y su cómplice/novia Caril Ann Fugate fueron la inspiración para la película Natural Born Killers, una de las películas favoritas de Eric y Dylan e “inspiración” a su vez para la masacre de Columbine.


Esta página está dedicada a todos aquellos que resultaron heridos o murieron en el tiroteo que tuvo lugar en el instituto Columbine en Littleton, Colorado, el 20 de abril de 1999. Esta web trata sobre los hechos que tuvieron lugar ese día, da una escueta mirada a la realidad de las acciones de Eric Harris y Dylan Klebold y las consecuencias que éstas tuvieron.

Si has llegado aquí buscando información sobre la masacre del instituto Columbine porque estás investigando o simplemente porque quieres saber lo que pasó, sé bienvenido.