Evan Michael Todd


Edad: 15 años el 20 de abril 1999.

El 20 de abril de 1999, Evan Todd estaba en la cafetería cuando recordó que el entrenador Lowery les había dicho a su amigo Ryan Barrett y a él que corrieran durante su hora libre. Se dirigió a la biblioteca, ya que allí es donde solía estar Ryan a esa hora y lo encontró sentado en las mesas de ordenadores. Desde allí escuchó una fuerte explosión y disparos en el exterior del edificio, así que se acercó a la ventana para ver qué estaba sucediendo. Escuchó gritos (“¡Esto es genial!” y “¡Mira la cabeza de este cabrón!”) y vio a algunos estudiantes corriendo a través del campo de fútbol, pero desde su posición no pudo observar de dónde provenían los sonidos de disparos.

Momentos después vio a la Srta. Nielson entrar en la biblioteca y situarse tras el mostrador principal mientras gritaba a todos que se agacharan. La escuchó decir “Hay chicos con armas” y se dio cuenta de que parecía estar herida. Descolgó el teléfono mientras los estudiantes comenzaban a obedecer sus indicaciones y Evan se situó tras una columna junto al extremo oeste del mostrador de préstamos. Desde allí escuchó dos explosiones en el pasillo y más disparos.

Se asomó desde detrás de la columna y miró hacia la entrada de la biblioteca, allí vio a Eric Harris con una escopeta recortada y lanzando un objeto cilíndrico con una mecha prendida al interior de la sala y escuchó otra explosión. En ese momento estableció contacto visual con Eric, quien lanzó una ráfaga de disparos hacia él. Evan se agachó pero las balas hicieron astillas parte del mostrador de madera, cuyos fragmentos lo hirieron.

La biblioteca comenzó a llenarse de humo y la alarma de incendios comenzó a sonar. Escuchó más disparos y las voces de los atacantes que se estaban desplazando por el interior de la biblioteca. Evan se desplazó hasta situarse debajo del mostrador y colocó una de las sillas cercanas frente a él para ocultarse mejor. Desde allí pudo oír cómo los agresores gritaban diferentes frases a los estudiantes y les disparaban.

Minutos después vio aparecer a Dylan por el lado oeste del mostrador y disparar al interior de una de las salas que comunicaban con el extremo norte de la biblioteca, tras lo cual se dirigió hacia donde Evan se ocultaba, retiró la silla y lo apuntó con la Tec-9 a la cara mientras decía “Oh, mirad lo que tenemos aquí”. Evan pudo ver a Eric aproximarse y observó que parecía que se había roto la nariz ya que tenía toda la nariz, boca y barbilla cubiertas de sangre, parecía mareado y andaba tambaleándose. Preguntó “¿Qué?” y Dylan le respondió: “Un puto gordo”.

Con el arma aún apuntando a la cara de Evan, Dylan le preguntó: “¿Eres un atleta?”. Evan respondió que no y Dylan dijo: “Bueno, eso está bien. No nos gustan los atletas”. Tras lo que añadió: “Deja que te vea la cara”. Evan se quitó la gorra antes de asomarse. “Dame una buena razón por la que no deba matarte” le dijo Dylan. La respuesta de Evan fue: “No quiero meterme en problemas” y pareció enfadar a Dylan. “¿Problemas? Ni siquiera sabes lo que son los putos problemas”.

Rápidamente Evan intentó aclarar su comentario: “No quería decir eso. Me refiero a que no tengo ningún problema con vosotros, tíos. Nunca quise tenerlos y nunca los tuve.” Tras mirarlo fijamente, Dylan se volvió hacia Eric y dijo: “Voy a dejar vivir a este jodido gordo, puedes acabar con él si quieres.” Pero Eric no parecía estar prestando atención y simplemente dijo: “Vamos a la cafeteria”.

Antes de marcharse, Dylan levantó una silla y golpeó con ella el ordenador que se encontraba sobre el mostrador. Cuando ambos pistoleros habían abandonado la biblioteca y Evan pudo oír explosiones lejos de la misma, corrió a ocultarse en una de las salas que comunicaban con la zona norte de la biblioteca, temiendo que los agresores regresaran a por él. Unos dos minutos después escuchó lo que parecía una estampida y observó a los estudiantes abandonando la biblioteca por la salida noroeste, cuando se aseguró de que no estaban siendo perseguidos se unió a ellos y abandonó el edificio.

Después de ocultarse tras un coche de policía, corrieron para refugiarse tras una caseta cercana junto a la que se estaba ocultando Mike Johnson, que estaba cubierto de sangre. Permaneció allí junto a Mike, Bryan Barrett y otros chicos hasta que fueron evacuados por la policía. Evan fue tratado en una clínica cercana por las abrasiones que sufrió en el párpado de su ojo izquierdo y en la espalda.

En diciembre de ese mismo año, Evan dijo que conocía a Eric y a Dylan de verlos a diario en el instituto y se definió a sí mismo como una de las personas que los habían acosado, alardeando de ello en un artículo de la revista Time. Sin embargo, el hecho de que ambos agresores se encontraran con él en la biblioteca y no lo reconocieran le resta credibilidad a la historia.

"Columbine es un sitio limpio y bueno excepto por estos marginados,” dice Todd sobre Klebold, Harris y sus amigos. “La mayoría de los chicos no los querían aquí. Y claro que nos burlábamos de ellos. Si quieres quitarte a alguien de encima, normalmente te burlas de ellos. De modo que el instituto entero los llamaría maricas y cuando hicieran algo de mal gusto, les diríamos, 'Estáis enfermos y esto está mal'."

Irónicamente, en la actualidad se dedica a dar conferencias en contra de la violencia y del acoso escolar, y sobre la importancia de la educación, la fe y la familia. En 2013 declaró públicamente, a través de una carta que envió al presidente Obama, estar en contra de que las leyes que rigen la posesión y uso de armas de fuego se vuelvan más estrictas.


Esta página está dedicada a todos aquellos que resultaron heridos o murieron en el tiroteo que tuvo lugar en el instituto Columbine en Littleton, Colorado, el 20 de abril de 1999. Esta web trata sobre los hechos que tuvieron lugar ese día, da una escueta mirada a la realidad de las acciones de Eric Harris y Dylan Klebold y las consecuencias que éstas tuvieron.

Si has llegado aquí buscando información sobre la masacre del instituto Columbine porque estás investigando o simplemente porque quieres saber lo que pasó, sé bienvenido.