Edad: 16 años el 20 de abril de 1999.
Mark Taylor solo llevaba tres semanas asistiendo a Columbine cuando el tiroteo tuvo lugar. El 20 de abril de 1999, Mark estaba sentado en una zona de césped, junto a la escaleras exteriores que llevaban desde la entrada de la cafetería a la entra oeste del instituto, mientras esperaba junto con Michael Johnson, Adam Thomas, Denny Rowe y John Cook a que la fila para almorzar se redujera.
Cuando escuchó los disparos, vio a dos personas en lo alto de las escaleras, pero pensó que se trataba de pistolas de paintball. Fue entonces cuando Eric y Dylan dispararon en su dirección y fue alcanzado por las balas. Cayó al suelo mientras sus amigos huían corriendo del lugar, y allí tumbado volvió a recibir más disparos.
En total recibió ocho, tres en el pecho y cinco en la espalda. Cuatro de las balas permanecen aún en su cuerpo debido a los riesgos que supondrían para él las cirugías para extraelas, ya que dos se encuentran muy cercanas a la aorta y las otras dos muy cerca de la espina dorsal. Mark fue dado de alta en el hospital en 30 de abril de 1999. Decidió no volver a Columbine y matricularse en el Dove Christian School.
En 2002, Mark apareció junto a Richard Castaldo y Brooks Brown en la película documental “Bowling for Columbine”. En una de las escenas presionan a la cadena de supermercados Kmart, de donde Eric consiguió balas la tarde antes de la masacre, para que dejaran de vender munición, logrando finalmente su objetivo.
Pero Mark pecó de ingenuo a sus 17 años, más tarde declaró que desconocía las verdaderas intenciones de Michael Moore al llevar a cabo la película, que este utilizó a los supervivientes de Columbine para lograr sus objetivos y luego se deshizo de ellos. Además, a pesar del gran éxito que tuvo la película, Mark no recibió ningún tipo de compensación monetaria por su aparición.
No tenía ni idea de cuáles eran las verdaderas intenciones de Moore. Él tenía motivaciones secretas. Lo tenía todo planeado. Yo creo que todos los estadounidenses tiene el derecho de poseer un arma. Debemos tener el derecho de protegernos a nosotros mismos. [Michaal Moore] me mintió en todos los sentidos. Me dijo que si salía en su película, me pondría en contacto con las personas adecuadas que me ayudarían a hacer mis propias películas. Me hizo promesa tras promesa…
Pero la vida de Mark se volvió bastante turbia tras el tiroteo. Su padre se divorció de su madre y abandonó a la familia en 2001, tras 34 años de matrimonio, diciendo que no podía soportar el estrés que le producía todo lo que estaba pasando su hijo. Ese mismo año, Mark decidió demandar a la farmacéutica Solvay, fabricante del medicamento Luvox, utilizado para tratar la depresión y que tiene efectos secundarios, ya que Eric Harris se encontraba tomando este medicamento cuando la masacre tuvo lugar.
Finalmente, el 5 de febrero de 2003, Mark retiró la demanda llegando a un acuerdo según el cual Solvay donaría $10,000 dólares a la Asociación Americana Contra el Cancer. Ni Mark ni sus abogados recibieron ninguna comprensión económica. Tras esto, Mark declaró que había sido amenazado por los abogados de Solvay con hacerle correr con todos los costes judiciales, que lo habrían llevado a la ruina, si no retiraba la demanda. A pesar de todo, Mark continuó siendo un activista y dando conferencias en contra de los medicamentos para tratar la depresión (Luvox, Zoloft, Prozac, Paxil, etc.).
La información a partir de este punto se vuelve un poco confusa, pero parece ser que las grandes empresas farmacéuticas empezaron a encontrar molestas las acciones de Mark y decidieron quitarlo de en medio. En 2008 fue detenido por la policía cuando recibieron un falso aviso de que trataba de colocar una bomba en una librería (cuando solo estaba comprobando el merchandising que acompañaba al libro que había publicado en 2006), fue internado y recibió supuesta atención psiquiátrica contra su voluntad tras diagnosticársele estrés post traumático.
Durante el internamiento fue tratado con los medicamentos contra los que tanto había estado luchando durante los últimos años. En un vídeo publicado por su madre en 2009, se puede ver cómo estas drogas habían afectado al cerebro de Mark, quien apenas podía hablar. En 2011 volvió a ser internado de nuevo, y aún lo sigue estando en la actualidad.
La página de Facebook, Release Mark Taylor (Liberad a Mark Taylor) informa de su estado periódicamente.