Durante la tarde del 20 de abril de 1999, cuando el tiroteo ya había concluido y se habían identificado a los atacantes, la policía llevo a cabo una serie de registros en las viviendas de Eric Harris, Dylan Klebold, amigos de ambos y otras personas con las que podían tener relación.
Fue en casa de los Harris donde encontraron una videocámara Sony de 8mm, propiedad del Instituto Columbine, y cuatro cintas de 8mm que incautaron como posibles pruebas y que fueron almacenadas para su posterior inspección, según se describe en el Informe Columbine.
No se supo de la existencia de estas cintas ni de su contenido hasta siete meses después, cuando una breve transcripción de una de ellas se leyó durante el juicio contra Mark Manes. La policía afirmó que no habían informado sobre su existencia para no darles publicidad, puesto que ese había sido el propósito de los dos chicos al realizarlas. Un mes más tarde el reportero de la revista Time, Tim Roche, consiguió acceso a ellas, y escribió un artículo de portada para la edición que se publicó el 20 de diciembre de 1999, en el que hablaba de cinco cintas de vídeo a las que apodó las “cintas del sótano”. (Puedes leer la traducción del reportaje aquí).
Grabadas por Eric y Dylan durante las semanas previas a la masacre (principalmente en el sótano de la casa de los Harris), en ellas se ve a ambos mostrando todas las armas que han ido adquiriendo, las bombas caseras que han fabricado y hablan de cómo han llevado a cabo sus planes hasta el momento y de las expectativas que tienen respecto a las repercusiones que tendrá la masacre: el número de víctimas, las reacciones de la gente, su futura fama, etc. También se incluye un mensaje de despedida grabado media hora antes de que comenzara el ataque.
Después de que el artículo de la revista Time causase un gran impacto entre el público, los familiares de las víctimas trataron de demandar al condado de Jefferson por infracción: las familias ni siquiera habían visto el contenido de los vídeos y ahora este mismo aparecía en una revista que todo el mundo podía leer. El condado de Jefferson rápidamente permitió a las familias ver los vídeos caseros, antes de ocultar las cintas en una cámara de seguridad por tiempo indefinido.
Durante la proyección de las cintas que se llevó a cabo ante los familiares de las víctimas, Darrell Scott, padre de Rachel Scott, realizó una serie de grabaciones de audio. Poco después hizo público un fragmento de 30 segundos de la grabación cuando fue entrevistado en el programa Today. El motivo de esto fue que Eric y Dylan mencionaban a una Rachel y se burlaban de sus creencias cristianas en uno de los vídeos, por lo que Darrell Scott intentó utilizar esta grabación para demostrar que su hija había sido uno de los objetivos desde el primer momento debido a sus creencias cristianas. Sin embargo, Eric y Dylan no estaban hablando de Rachel Scott, sino de sus compañeros de la clase de psicología que tuvieron durante su último curso.
- Eric: ¡Y esas dos chicas que se sientan a tu lado, probablemente también quieren que te calles la puta boca! ¡Jesús! Rachel y Jen… y… como se llame.- Dylan: No me gustáis, Rachel y Jen, sois unas pequeñas zorras creídas, unas jodidas cristianitas. ¡Putitas devotas!- Eric: Sí… “¡Amo a Jesús!, ¡Amo a Jesús!”… ¡Callaos de una puta vez!- Dylan: “¿Qué haría Jesús?” ¿Qué cojones haría yo? …- Eric: ¡Os dispararía en la puta cabeza! ¡Vamos Romanos! Gracias a Dios que crucificaron a ese gilipollas.
Westword, una fuente de noticias online que ha estado en contacto con las familias de las víctimas, respalda la afirmación de que en un principio hubo cinco cintas. Lo que dijeron sobre la duración de los vídeos fue un simple “casi cuatro horas”. La revista Time indicó, en 1999, tres grupos de tiempo: 2 horas, 40 minutos y 22 minutos. La CNN también mencionó los vídeos en un artículo de diciembre de 1999.
En octubre de 2003, una cinta de 15 minutos de duración fue hecha pública: las grabaciones de Eric Harris y Dylan Klebold disparando en Rampart Range. En febrero de 2004, también fueron publicados varios proyectos de películas que hicieron para el instituto, entre los que se incluía “Asesinos a sueldo (Hitmen for Hire)". Muchos han asumido que éstas son dos de las cinco cintas debido a la exagerada publicidad que el condado de Jefferson llevó a cabo cuando las hizo públicas. ¿Y qué hay de las tres cintas restantes? Las transcripciones que podéis encontrar más abajo están fundamentalmente citadas de aquellas tres cintas que Eric y Dylan hicieron con anterioridad al asalto del instituto Columbine, reunidas gracias a la ayuda del Informe Columbine, la revista Time, Westword y CNN.
En 2006, los tribunales permitieron a Ted Mink, el sheriff del condado de Jefferson (quien obtuvo el cargo en 2003) publicar las Cintas del Sótano, pero decidió no hacerlo basándose en que temía que otros jóvenes problemáticos viesen las cintas como una “llamada a las armas” y un “vídeo-manual de instrucciones” para atacar sus propios colegios. Sin embargo, decidió publicar 936 páginas de documentos que no se habían hecho públicos anteriormente (incluyendo los diarios de los chicos, sus agendas, sus trabajos escolares y un diario escrito por Wayne Harris, el padre de Eric). Una decisión previa del tribunal supremo permitió a los padres de los agresores apelar la decisión de publicar los documentos y Wayne Harris intentó hacerlo. Sin embargo, los tribunales decidieron que los Documentos Columbine fuesen publicados como un suplemento del Informe Columbine.
En febrero de 2015, a través de la respuesta dada por la Oficina del Sheriff del condado de Jefferson (JCSO) a la solicitud realizada por un particular para acceder a las cintas, se supo que todas las copias de las cintas que estaban en poder de esta institución, junto con más pruebas relacionadas con Columbine, habían sido destruidas a principios de 2011 (Puedes leer la noticia aquí).
Sin embargo, no ha habido ninguna declaración pública por parte de JCSO al respecto, ni en 2011 cuando las cintas fueron supuestamente destruidas, ni en 2015 cuando se conoció la noticia. Ante esta situación, hay cierto aire de sospecha puesto que desde JCSO ya han dado información falsa en otras ocasiones y cabe la posibilidad de que se trate de una acción destinada a intentar que no se lleven a cabo más peticiones para hacer los vídeos públicos.
Si la destrucción de las cintas guardadas en JCSO resultara cierta, quizá aún no esté todo perdido. En el Informe Columbine se menciona que una de las dos copias de la cinta clasificada como “Prueba #333” fue entregada al agente especial del FBI Jeff Diehl y, por lo tanto, no se guardó en la oficina del sheriff junto con las demás, por lo que cabe la posibilidad de que esta copia aún se conserve.
Pruebas (Descripciones y transcripciones)
▪ Artículo #200 – Video cámara Sony de 8mm. “Instituto Columbine” grabado en un lado. Batería etiquetada como “CHS LMC”.
▪ Artículo #333 – Cinta de 8mm sacada de la prueba #200 etiquetada “Top secret rampart”, contiene la última grabación realizada la mañana del tiroteo.
▪ Artículo #265 – Cinta de 8mm.
▪ Artículo #298 – Dos cintas de 8mm, una de ellas etiquetada como “Reb’s tape”.
▪ Artículo #333 – Cinta de 8mm sacada de la prueba #200 etiquetada “Top secret rampart”, contiene la última grabación realizada la mañana del tiroteo.
▪ Artículo #265 – Cinta de 8mm.
▪ Artículo #298 – Dos cintas de 8mm, una de ellas etiquetada como “Reb’s tape”.