Tras el tiroteo, diferentes agencias de medios de comunicación trataron de hacer que se publicaran las autopsias de los 15 fallecidos, por lo que algunas de las familias de Columbine firmaron una petición que presentaron al juez del tribunal del distrito para tratar de impedirlo (las familias Harris y Shoels no participaron).
El 28 de mayo de 1999, el juez Henry E. Nieto accedió a la solicitud para restringir el acceso a los informes de las autopsias de las víctimas y decretó que quedaran sellados.
Los periódicos Rocky Mountain News y The Denver Post presentaron una demanda solicitando que las autopsias de los asesinos se hicieran públicas alegando que eran “registros públicos”. El juez Nieto les dio la razón y reconoció que no tenía la autoridad suficiente para mantener estos informes sellados.
Debido a que la familia Harris no había firmado la petición de mantener confidenciales los informes, la autopsia de Eric Harris se hizo pública en su totalidad el 24 de junio de 1999. En ella se indicaba que murió tras ponerse el cañón de su escopeta en el paladar y apretar el gatillo.
Puesto que la familia Klebold sí había firmado la solicitud para restringir el acceso a estos informes, se les concedió 10 días para apelar la decisión. Los Klebold dijeron: “Publicar el informe de la autopsia de nuestro hijo Dylan solo serviría para satisfacer el apetito voyeurista de los medios de comunicación y del público”.
Al día siguiente, 25 de junio de 1999, la familia Shoels decidió hacer pública la autopsia de su hijo Isaiah alegando que: “El mundo necesita ver el horror que tuvo lugar en Columbine. La verdad tiene que salir a relucir”. La autopsia indicaba que su hijo murió a causa de disparos en el pecho, y no en la cabeza como habían declarado varios testigos.
El 30 de enero de 2001, el juez Brooke Jackson decretó que se hiciera pública la autopsia de Daniel Rorhbough al completo con motivo de la demanda que su familia había presentado contra la Oficina de Sheriff del condado de Jefferson, en la que indicaban que su hijo murió por los disparos de la policía (ver 2001 y 2002).
Junto a la autopsia de Daniel, también se pusieron a disposición del público resúmenes de una página de las autopsias de los demás fallecidos.
El 10 de enero de 2003, la familia Klebold anuncia que va a solicitar a los tribunales que la autopsia de Dylan se haga pública, tras años luchando por mantenerla privada. Sus abogados dijeron que con ello pretendían despejar todos los rumores que habían ido surgiendo sobre la muerte de su hijo. El informe mostraba que Dylan murió de un disparo autoinflingido en su sien izquierda.
Autopsias completas:
Resúmenes de las autopsias: