▪ Thomas Ernest Klebold (nacido el 15 de abril, 1947).
▪ Susan Frances Yassenoff (nacida el 25 de marzo, 1949).
▪ Byron Jacob Klebold (nacido el 23 de octubre, 1978).
▪ Dylan Bennet Klebold (11 de septiembre, 1981 – 20 de abril, 1999).
▪ Mascotas: Dos gatos llamados Lucy y Rocky y dos pájaros.
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Tom y Susan en 2003, Byron en 1997 y Dylan en 1999.
Thomas Ernest Klebold nació el 15 de abril de 1947 en Toledo (Ohio), su madre murió seis años después y su padre otros seis más tarde. Tom, de 12 años, se fue a vivir con su hermano Donald, de 29 años, su mujer y sus cinco hijos.
Se graduó en 1965 en el instituto Sylvania y asistió a la Universidad Wittenberg en Springfield (Ohio) antes de cambiarse a la Universidad Estatal de Ohio, donde se especializaría en escultura.
Susan Frances Yassenoff nació el 25 de marzo de 1949 en Columbus (Ohio) y acudió al Colegio Femenino Columbus, de donde se graduaría en 1967, el mismo año en que moriría su padre. Después se inscribió en la escuela de Bellas Artes Knox en Galesburg (Illinois), pero en 1969 decidió cambiarse a la Universidad Estatal de Ohio donde se licenció en educación artística con un título adicional en psicología.
Tom y Susan se conocieron en la Universidad Estatal de Ohio y se casaron el 1 de julio de 1971 en Columbus. Él tenía 24 años y ella 22. Se mudaron a Milwaukee (Wisconsin) donde Susan trabajó como terapeuta de arte en dos hospitales así como de profesora de educación especial dentro de un programa de la Universidad de Wisconsin para ayudar a jóvenes desfavorecidos.
Su primer hijo, Byron Jacob Klebold, nació el 23 de octubre de 1978. Al año siguiente, Tom entregó la tesis final de su máster en geología de la Universidad de Wisconsin y se mudaron a Bartlesville (Oklahoma) donde Tom trabajó como geofísico en Phillips Petroleum del 27 de agosto de 1979 al 21 de junio de 1980.
Tras ello se mudaron a Colorado, donde la industria petrolera estaba en auge y se establecieron en Lakewood, al oeste de Denver. Allí nacería su segundo hijo, Dylan Bennet Klebold, el 11 de septiembre de 1981.
En 1989 los Klebold compraron una gran casa y los 10 acres de terreno que la rodeaban situada en la zona de la meseta Deer Creek, a las afueras de Littleton. En Colorado Tom trabajó como asesor geofísico para compañías independientes de petróleo y gas. Más tarde lo dejaría cuando estableció y comenzó a dirigir desde su despacho en casa Fountain Real Estate Management, una gestoría para supervisar sus propiedades en alquiler. Susan trabajó como consejera de chicos discapacitados en el Centro de Estudios Superiores de Arapahoe antes de ocupar el puesto de directora adjunta en el Sistema de Centros de Estudios Superiores y de Educación Profesional de Colorado.
Dylan asistió a los colegios Normandy, donde conocería a Brooks Brown, y a Governor’s Ranch, donde formaría parte de una clase de nivel avanzado para niños dotados. Después sería alumno del colegio Ken Caryl, donde conocería a Eric Harris, antes de comenzar su primer año de instituto en Columbine en agosto de 1995. El 15 de enero de 1999, durante su último año, envió una solicitud para estudiar informática en la Universidad de Arizona y fue aceptado.
Byron era el problemático de la familia y tuvo problemas con el abuso de drogas. El 14 de octubre de 1995, con tan solo 16 años, fue citado por el Departamento del Sheriff del condado de Arapahoe por violación del toque de queda (en Littleton los menores de 18 años no pueden estar en ningún lugar o propiedad pública entre las 23:00 y las 5:00 de domingo a jueves, ni entre medianoche y las 5:00 los viernes y sábados). Asistió al instituto Regis Jesuit hasta 1996, cuando se cambió a Columbine donde se graduaría en la primavera de 1997. En julio de ese mismo verano decidió independizarse, aunque continuó manteniendo una buena relación con su familia y acudía a cenar a casa una o dos veces por semana. Se estableció en Aurora, al este de Denver, y comenzó a trabajar en el taller del concesionario Ralph Schomp Automotive.
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Relación con Dylan
Exceptuando a sus padres, Dylan no tenía buena relación con el resto de su familia puesto que consideraba que lo trataban como al renacuajo de la camada. Dylan los acusó en una de las cintas del sótano: “Vosotros me hicisteis lo que soy. Fomentasteis mi rabia”.
La relación con sus padres era buena, especialmente con su padre. Tom y él hablaban mucho, practicaban deporte juntos, jugaban al ajedrez y también trabajan en el coche de Dylan para hacer mejoras como instalar altavoces. En una de las grabaciones que hizo dijo que eran “padres estupendos” que le enseñaron “autoconciencia, autoconfianza… siempre agradecí eso”. Pero añade, “lo siento tengo demasiada rabia”.
No tenía buena relación con Byron, Dylan dijo que tanto su hermano como los amigos se este se metían con él constantemente. En 1998, cuando Byron ya no vivía con la familia, Dylan escribió que su hermano no estaba involucrado en su vida pero que no le importaba, respecto a su uso de drogas escribió “quiero a mi hermano pero no puedo aprobar su conducta”.
En su entrevista con la policía, Byron dijo que no había tenido una relación muy cercana con su hermano desde que se marchó de casa. Lo describió como un “adolescente cabreado” que solía llevar una gabardina y “actuaba como si fuese un tipo duro”.
En el mensaje de despedida grabado media hora antes de la masacre, Dylan dijo: “Hey, mamá. Me tengo que ir. Estamos a aproximadamente media hora de nuestro pequeño día del juicio final. Tan sólo quiero pediros disculpas, tíos, por cualquier mierda que esto os pueda provocar”.
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20 de abril, 1999
Tom Klebold se encontraba en casa cuando, entre las 11:30 y las 12:00, recibió una llamada de Nate Dykeman preguntando por Dylan. Cuando Tom le dijo que estaba en el instituto, Nate le informó de que estaba teniendo lugar un tiroteo y que los testigos decían que los atacantes llevaban gabardinas.
Tras colgar, Tom buscó por toda la casa la gabardina de Dylan, y como no la encontró encendió la televisión para poder seguir las noticias y llamó a Susan y a Byron, que se encontraban en el trabajo, para que se reunieran con él.
Cuando la policía llegó a la casa, Susan y Byron ya estaban allí. Se les hizo abandonar la residencia mientras los agentes la inspeccionaban, y los tres fueron entrevistados brevemente por oficiales. Gary Lozow, el abogado de la familia, dijo que los Klebold estaban dispuestos a cooperar con la policía y que Tom se había ofrecido a ir al instituto Columbine para tratar de comunicarse con Dylan si resultaba estar involucrado.
Alrededor de las 20:10 se permitió a los Klebold entrar para coger ropa antes de que dejaran la residencia durante los siguientes cuatro días que pasarían en casa de unas de las hermanas de Tom.
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Tras el tiroteo, la familia Klebold se ha mostrado más abierta que la familia Harris. Además de la breve entrevista que les hicieron los agentes durante el día del tiroteo, volvieron a reunirse con la policía 10 días más tarde para ser interrogados con más profundidad.
A finales de julio de 2003 fueron citados a declarar bajo juramento como parte de una demanda por homicidio negligente presentada contra ellos y contra los Harris por parte de cinco de las familias de las víctimas (Rohrbough, Fleming, Velasquez, Kechter y Townsend). Los testimonios que dieron aún no se han hecho públicos puesto que en 2007 se decretó que permanecieran sellados durante 20 años.
A finales de julio de 2003 fueron citados a declarar bajo juramento como parte de una demanda por homicidio negligente presentada contra ellos y contra los Harris por parte de cinco de las familias de las víctimas (Rohrbough, Fleming, Velasquez, Kechter y Townsend). Los testimonios que dieron aún no se han hecho públicos puesto que en 2007 se decretó que permanecieran sellados durante 20 años.
Hablaron con la prensa por primera vez en 2004, cinco años después del tiroteo. Se entrevistaron con el periodista David Brooks del periódico The New York Times, quién escribió el artículo “Columbine: Padres de un asesino”, que fue recibido con críticas negativas por parte de las familias de las víctimas.
Los Klebold han mostrado especial interés en entrevistarse con estudiosos de la psicología familiar, especialmente aquellos que tratan de analizar las relaciones entre padres e hijos problemáticos, en su búsqueda de respuestas de por qué Dylan terminó siendo un asesino.
Se entrevistaron con James Garbarino y Claire Bedard, quienes publicaron el libro “Parents Under Siege (Padres bajo asedio)” en 2001. El libro está dedicado a “Tom, Sue y Byron Klebold”, y aunque en el prólogo se indica que la familia fue entrevistada, no se incluye ninguna referencia directa a ellos para evitar posibles represalias legales por parte de las familiares de las víctimas.
En 2012, Andrew Solomon publicó su libro “Lejos del árbol”, en cuya sección sobre crimen se incluye un capítulo dedicado a los Klebold, resultado de las entrevistas realizadas por el autor a la familia y que incluía declaraciones tanto de Susan como de Tom.
La pareja se divorció en 2014, tras 43 años de matrimonio, debido en parte a las diferentes formas en que ambos lidiaron con la pérdida de su hijo. En palabras de Sue: “Pusimos fin a nuestro matrimonio para poder salvar nuestra amistad, pero creo que siempre vamos a cuidar el uno del otro”.
La pareja se divorció en 2014, tras 43 años de matrimonio, debido en parte a las diferentes formas en que ambos lidiaron con la pérdida de su hijo. En palabras de Sue: “Pusimos fin a nuestro matrimonio para poder salvar nuestra amistad, pero creo que siempre vamos a cuidar el uno del otro”.
Susan Klebold se ha convertido en la más mediática de los padres de los agresores. Tras declinar ser entrevistada durante años, en 2009 finalmente accedió a escribir el ensayo “Nunca sabré por qué”. Se publicó en la revista O meses después del décimo aniversario de la matanza y en él narra cómo fue su vida antes y después del tiroteo.
El artículo sirvió como una especie de prólogo, puesto que siete años después, en febrero de 2016, Sue publicó el libro autobiográfico “A Mother's Reckoning”, en el que hablaba con detalle de cómo había sido la vida de Dylan. Como parte de la promoción del libro, concedió varias entrevistas, entre las que se incluyó una realizada por Diane Sawyer para el programa 20/20 y que supuso su primera aparición en televisión.