Las primeras impresiones son difíciles de cambiar, y es por ello que muchos de los datos erróneos que se dieron en un primer momento quedaron tan arraigados en los espectadores que, a pesar de que fueran refutados a medida que se conocía nueva información o se esclarecía la que ya se tenía, estos han continuado siendo perpetuados a lo largo del tiempo.
Esto también es debido, en parte, a que la verdad no es tan interesante o efectista como a los medios de comunicación les gustaría y optan por seguir contando la versión de los hechos que resulte más dramática.
A continuación se aclaran varios de los mitos más repetidos en estos años.
Esto también es debido, en parte, a que la verdad no es tan interesante o efectista como a los medios de comunicación les gustaría y optan por seguir contando la versión de los hechos que resulte más dramática.
A continuación se aclaran varios de los mitos más repetidos en estos años.
- Eric Harris y Dylan Klebold eran góticos, solitarios, marginados y fans de Marilyn Manson
- Dylan Klebold y Eric Harris eran miembros de la Mafia de la Gabardina
- La Mafia de la Gabardina era un grupo radical
- El ataque fue planeado como un tiroteo y resultó un éxito
- Hubo más de dos atacantes
- El ataque tuvo lugar el 20 de abril por ser la fecha del nacimiento de Hitler
- Tenían objetivos durante el ataque: deportistas, cristianos y/o alumnos de otra raza
- El ataque a Columbine duró varias horas
- Eric Harris y Dylan Klebold hicieron una cuenta atrás antes de suicidarse
- Eric Harris y Dylan Klebold eran gais
- Eric Harris tuvo una novia de 23 años llamada Brenda
- Ensayaron la matanza en el instituto y lo grabaron en vídeo
- Dan Rohrbough murió al ser disparado por la policía
- Dan Rohrbough fue disparado mientras ayudaba a otros estudiantes a escapar
- Eric Harris mató a Dylan Klebold antes de suicidarse
- Eric Harris fue el líder y Dylan Klebold un simple seguidor
- Fueron a clase de bolos la mañana del ataque
- Rachel Scott es mencionada en las cintas del sótano
- Cassie Bernall fue asesinada tras decir que creía en Dios
- Rachel Scott fue asesinada tras decir que creía en Dios
▪ Eric Harris y Dylan Klebold eran góticos, solitarios, marginados y fans de Marilyn Manson
El día después del tiroteo, el Washington Times informó que Dylan Klebold y Eric Harris “admiraban la escena gótica y la adoración a Satán, en ocasiones se maquillaban del mismo modo que uno de sus héroes, la extravagante estrella del rock Marilyn Manson”.
El hecho de que vistieran de negro y llevaran gabardinas el día del ataque hizo que los medios de comunicación los etiquetaran como góticos, un mito que se propagó rápidamente y que fue evolucionando a medida que otros reporteros añadían datos falsos relacionándolos con satanismo y sectas. La repercusión de estas difamaciones contra la escena gótica y ciertos ámbitos de la cultura del entretenimiento fue tal que Marilyn Mason tuvo que cancelar los últimos conciertos de su gira Rock Is Dead.
Marilyn Manson durante la gira Rock is Dead |
Sin embargo, ni Dylan ni Eric se teñían el pelo ni usaban maquillaje ni estaban involucrados en la subcultura gótica. Tampoco eran fans de Marilyn Manson (aunque sí lo escuchaban a veces), sino de otro tipo de grupos de rock y metal industrial como Nine Inch Nails, KMFDM o Rammstein. Al tratarse de grupos desconocidos por la mayoría de ciudadanos medios estadounidenses, los medios de comunicación escogieron mencionar a Marilyn Manson al ser mucho más conocido y puesto que pensaban que su estilo musical era similar.
Sue Klebold dijo que Dylan tenía un póster de Marilyn Manson en su habitación y que, cuando le preguntó al respecto, él respondió que “no significaba nada”, y que en realidad no prestaba atención a las letras de sus canciones, solo a la música. Entre los artículos que la policía requisó de casa de los Klebold se encontraba un CD de Marilyn Manson.
Eric por su parte hace referencia a “Canciones de bandas como Rammstein, KMFDM, NIN, M.M.” en una redacción que escribió para el instituto en la que reflexiona sobre cómo la gente debería prestarle más atención a las letras de las canciones en lugar de limitarse a determinar si les gustan o no basándose en la melodía y la parte instrumental. En este caso parece claro que la abreviatura "M.M." hace referencia a Marilyn Manson.
Eric por su parte hace referencia a “Canciones de bandas como Rammstein, KMFDM, NIN, M.M.” en una redacción que escribió para el instituto en la que reflexiona sobre cómo la gente debería prestarle más atención a las letras de las canciones en lugar de limitarse a determinar si les gustan o no basándose en la melodía y la parte instrumental. En este caso parece claro que la abreviatura "M.M." hace referencia a Marilyn Manson.
Dos meses después de la tragedia, el propio Manson publicaría un artículo de opinión al respecto, titulado “Columbine: ¿De quién es la culpa?”, en la revista Rolling Stone.
Tampoco eran solitarios marginados y apartados de la sociedad. Ambos tenían un grupo de amigos y conocidos, compuesto por estudiantes de Columbine y compañeros de trabajo de Blackjack Pizza. El fin de semana anterior al tiroteo, Dylan acudió al baile de graduación. Eric no consiguió pareja para asistir, aunque tuvo una cita esa misma tarde, pero asistió a la fiesta que tuvo lugar después del baile en el gimnasio del Instituto Columbine.
▪ Dylan Klebold y Eric Harris eran miembros de la Mafia de la Gabardina
Eric y Dylan nunca fueron parte de la Mafia de la Gabardina y su relación con el grupo se limitaba a su amistad con Chris Morris, uno de sus miembros clave.
Dylan Klebold y Eric Harris con sus gabardinas |
Ambos tenían gabardinas, pero no empezaron a utilizarlas hasta el otoño de 1998, cuando la mayor parte de los miembros de la Mafia ya se habían graduado y no asistían a Columbine. Mientras que Dylan sí la utilizaba más a menudo, Eric fue visto en pocas ocasiones llevando la suya.
El objetivo de las gabardinas durante el día del tiroteo fue principalmente logístico más que estético. Su funcionalidad era permitirles llevar ocultas las armas y atravesar el aparcamiento del instituto sin que nadie sospechara nada.
▪ La Mafia de la Gabardina era un grupo radical
Horas después del ataque, algunos medios de comunicación comenzaron a describir la Mafia de la Gabardina como una de las facciones radicales de un grupo extremista de ámbito nacional. Sus miembros eran, supuestamente, inadaptados sociales obsesionados con la subcultura gótica, la muerte, la violencia, el satanismo, las armas y la Alemania nazi.
Esto provocó que gente a lo largo de todo Estados Unidos comenzara a utilizar el nombre para realizar amenazas. En Internet aparecieron varias páginas web creadas por supuestos miembros de la banda en las que se hablaba de su ideología y objetivos a la vez que se homenajeaba a Eric y Dylan, sus “camaradas caídos”.
No obstante, la Mafia de la Gabardina tan solo resultó ser un grupo no violento de estudiantes de Columbine interesados por los juegos de ordenador, formado años antes del tiroteo y del que tan solo quedaban unos pocos miembros en el instituto cuando tuvo lugar la tragedia. Leer más.
▪ El ataque fue planeado como un tiroteo y resultó un éxito
Aunque en su momento se convirtiera en el peor tiroteo escolar en la historia de Estados Unidos, el ataque en Columbine fue básicamente un fracaso en el que “solo” hubo quince muertos y dos docenas de heridos.
Aunque Columbine se haya convertido en el arquetipo de los tiroteos escolares, los perpetradores no tenían esa intención. Su plan era llevar a cabo un atentado terrorista que se cobrara cientos de víctimas, destruyera el instituto y les diera notoriedad al provocar, en palabras de Dylan Klebold, “el mayor número de muertes en la historia de Estados Unidos”.
Una de las bombas de propano de la cafetería junto con el reloj que debía activarla |
Esperaban que las dos grandes bombas que colocaron en la cafetería y los demás explosivos que fabricaron aniquilaran a la mayor parte de los estudiantes y personal del instituto. Los supervivientes que consiguieran huir del edificio se encontrarían con los perpetradores esperándolos en el exterior, con las armas listas para acabar con sus vidas. Otras dos bombas ocultas en los vehículos de cada agresor en el aparcamiento del instituto explotarían más tarde con la intención de herir a todos aquellos agentes y paramédicos que hubieran llegado al lugar.
Cuando las bombas no detonaron, Eric y Dylan decidieron continuar con el ataque haciendo uso de sus cuatro armas de fuego y los múltiples explosivos que habían fabricado. Sin embargo, se dedicaron a disparar en el exterior y por los pasillos en vez de dirigirse a zonas en las que sabían que había gran cantidad de estudiantes, como la cafetería, que había sido originalmente su objetivo. Entraron a la biblioteca diez minutos después de empezar el tiroteo y allí asesinaron a diez estudiantes e hirieron a otros doce a pesar de contar con munición suficiente para haber acabado con la vida de las 56 personas que se encontraban allí.
Después se dedicaron a deambular por el instituto pero no atacaron a ninguno de los estudiantes y profesores que se encontraban allí escondidos, a pesar de que podían verlos a través de los cristales de algunas puertas. Uno de los grandes misterios de los que nunca tendremos respuesta es por qué decidieron parar cuando lo hicieron, a pesar de haber podido continuar aumentando el número de víctimas. Su lenguaje corporal en las grabaciones de las cámaras de seguridad y sus repetidos intentos de hacerlas explotar parecen sugerir que el hecho de que estas fallaran los desmotivó en cierto modo al ver que su plan había fracasado.
▪ Hubo más de dos atacantes
Eric Harris y Dylan Klebold fueron los únicos perpetradores del ataque.
La confusión entre las diferentes declaraciones de los testigos se debe a que ambos atacantes variaron su vestimenta durante el asalto. Los dos llevaban gabardinas negras al comenzar, pero Eric se la quitó rápidamente dejando ver la camiseta blanca que llevaba.
Eric y Dylan captados por las cámaras de vigilancia del instituto |
Este hecho provocó especulación y confusión respecto al número de atacantes ya que testigos que se encontraban en el exterior recuerdan ver a dos personas con gabardinas negras pero, tras los disparos iniciales, también recuerdan ver a alguien con un arma y una camiseta blanca, creyendo que se trataba de un tercer sospechoso.
Por otro lado, Dylan continuó llevando su gabardina unos minutos más, antes de quitársela en la biblioteca dejando al descubierto una camiseta negra.
La persona que varios testigos vieron en el tejado del instituto y que también creyeron ser otro sospechoso resultó ser un técnico llamado Chris Clark que se encontraba reparando una gotera que había sobre el vestuario femenino. Tras escuchar los disparos iniciales y darse cuenta de que algo iba mal, decidió quedarse allí y utilizó unas pinzas de presión para bloquear la compuerta de acceso al tejado para que nadie pudiera subir.
▪ El ataque tuvo lugar el 20 de abril por ser la fecha del nacimiento de Hitler
Uno de los datos que se sigue repitiendo más habitualmente es que el ataque se planeó para coincidir con el que habría sido el 110º aniversario del nacimiento de Hitler.
El edificio Alfred P. Murrah en Oklahoma City la mañana del 19 de abril de 1995 |
Sin embargo, todo parece indicar que la fecha original era el lunes 19 de abril de 1999, cuando habría tenido lugar el cuarto aniversario del atentado en Oklahoma City, que tomaban como referencia y que pretendían superar. Debido a que necesitaban más munición, lo aplazaron al día siguiente.
Aun así, tardaron en escoger una fecha concreta. En diciembre de 1998 ya mencionan abril como el mes elegido, pero a principios de abril de 1999 aún no sabían si llevarlo a cabo antes o después del baile de graduación que tendría lugar el día 17.
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▪ Tenían objetivos durante el ataque: deportistas, cristianos y/o alumnos de otras razas
Su única meta el día del ataque fue matar indiscriminadamente a todos los que se encontraran en el instituto, incluidos sus amigos, y a aquellos que acudieran al lugar para ayudar a las víctimas. No buscaban venganza contra ningún grupo en particular, sino convertirse en terroristas con la misma notoriedad que Timothy McVeigh.
Cuando su plan principal (las bombas de la cafetería) falló, su objetivo no fueron los alumnos que formaban parte de algún equipo deportivo del instituto, ni los estudiantes cristianos, ni los pertenecientes a algunas minorías como los afroamericanos. A pesar de que sí habían expresado su desprecio hacia estos colectivos en sus escritos y vídeos.
Las primeras informaciones que se dieron en los medios de comunicación fueron que Eric y Dylan tenían a los deportistas en su punto de mira, ya que sentían que eran quienes controlaban la vida estudiantil y, por lo tanto, debían desaparecer.
Sin embargo, escogieron a sus víctimas aleatoriamente: primero en el exterior disparando contra todos los estudiantes que estaban a su alrededor; y luego en la biblioteca, apuntando con sus armas debajo de las mesas y disparando, sin que siquiera supieran quién estaba allí escondido. Si bien gritaron que todos los deportistas se levantaran y que se prepararan para morir, ¿cuántos de ellos iban a la biblioteca durante la hora del almuerzo? Ambos sabían dónde estaban el gimnasio y la sala de pesas, pero no fueron allí.
También preguntaron a una chica si creía en Dios, pero solo después de que ella gritara “¡Oh Dios mío!” al recibir varios disparos y no volvieron a disparar contra ella cuando contestó. De los dos estudiantes afroamericanos que estaban en la biblioteca, asesinaron a uno mientras lo llamaban “negrata” pero dejaron ileso al otro.
Su comportamiento muestra un patrón consistente en burlarse de la gente por cualquier motivo antes de dispararles. Parecían querer, no solo matar, sino también humillar a sus víctimas. Se burlaron de Evan Todd haciendo referencia a su peso y llamándolo gordo, se burlaron de las gafas de Daniel Mauser, etc. No buscaban personas en particular, simplemente hacían comentarios hirientes y humillantes hacia cualquiera que se encontraran.
Aunque es cierto que en los escritos dejados por Eric y Dylan se encontraron varias listas negras, los nombres que aparecían en ellas iban desde estudiantes de Columbine, muchos de ellos ya graduados el curso anterior, hasta personajes famosos. De todas las personas nombradas solo una resultó herida, pero no a causa de los disparos ni las bombas.
El hecho de que “solo” asesinaran a diez de los más de cincuenta estudiantes que se encontraban en la biblioteca hizo parecer que los perpetradores habían escogido a sus víctimas minuciosamente, nada más lejos de la realidad. Cada chico o chica que murió fue por encontrarse en el lugar equivocado en el momento equivocado.
A pesar de lo que dijeran en la biblioteca, se trató de un ataque salvaje, cobarde y totalmente aleatorio. Varios de los heridos y de los muertos apenas llevaban asistiendo a Columbine el tiempo suficiente como para haber hecho amigos, mucho menos enemigos, y ni siquiera conocían a los perpetradores.
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▪ El ataque duró varias horas
Mucha gente tiene la impresión de que el ataque a Columbine fue en parte una toma de rehenes y que el tiroteo se alargó durante varias horas debido a la cobertura mediática que tuvo el suceso y a la incertidumbre inicial.
Estudiantes siendo evacuados de Columbine |
A pesar de que los perpetradores se suicidaron 49 minutos después de comenzar el ataque, ese fue el tiempo que tardó el primer equipo SWAT en acceder al edificio. Les llevaría casi cuatro horas comprobar todas las estancias del instituto e ir evacuando a todos los estudiantes y profesores que continuaban escondidos allí.
Todo el proceso fue emitido en directo por televisión, con los programas de noticias estableciendo contacto por vía telefónica con estudiantes que aún estaban atrapados en el interior de Columbine horas después y que decían continuar escuchando disparos, probablemente los realizados por los miembros del equipo SWAT como fuego de contención. No fue hasta las 16:00 cuando se confirmó en una rueda de prensa improvisada que se había encontrado muertos a los dos sospechosos.
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▪ Eric Harris y Dylan Klebold hicieron una cuenta atrás antes de suicidarse
En un artículo publicado en el Rocky Mountain News en agosto de 1999, aparecía la siguiente descripción: “La profesora Patti Nielson, escondida en un armario, escuchó voces contar al unísono, ‘¡Uno! ¡Dos! ¡Tres!’ Tras lo que oyó un fuerte sonido”.
La policía volvió a entrevistarla, ya que Patti no había mencionado ese detalle en sus anteriores declaraciones, y ella desmintió la información y aclaró que nunca había hablado con ninguna de las dos periodistas que habían firmado ese artículo.
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▪ Eric Harris y Dylan Klebold eran gais
Uno de los rumores que más se repitieron en un principio fue que los perpetradores eran homosexuales puesto que algunos deportistas los insultaban llamándolos “maricones” debido a su relación con miembros de la Mafia de la Gabardina. Una de las escenas de la película Elephant (2003) también parece continuar difundiendo esta confusión, por lo que cabe recordar que la película tan solo se trata de una historia ficticia inspirada vagamente en Columbine.
Escena de la película Elephant (2003) |
El origen de estos rumores parece remontarse a dos años antes del ataque con Eric Dutro, uno de los miembros fundadores de la Mafia, quien se aprovechaba de la homofobia de la mayoría de los deportistas para provocarlos a medida que la hostilidad entre ambos grupos iba creciendo.
Frente a grupos de deportistas, Dutro abrazaría, toquetearía o incluso llegarse a besarse con Joe Stair, otro de los miembros de la Mafia con la intención de molestarlos y desafiarlos. Aunque por aquel entonces Eric Harris y Dylan Klebold tan solo eran alumnos de segundo curso y aún no tenían relación de ningún tipo con ninguno de sus miembros, los rumores de que cualquiera relacionado con la Mafia era gay se afianzaron y persistieron durante los años siguientes.
Tanto Eric como Dylan hablan de su interés por las chicas en sus diarios, Dylan habla de su enamoramiento no correspondido y Eric de su frustración por no conseguir tener sexo. En todos los materiales que dejaron no hay nada que indique o sugiera siquiera que se pudieran sentir atraídos por otras personas de su mismo sexo.
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▪ Eric Harris tuvo una novia de 23 años llamada Brenda
Incluida entre los miles de páginas que produjo la investigación de Columbine, encontramos una entrevista realizada a una mujer de 24 años llamada Brenda Parker.
Brenda decía haber conocido a Eric Harris y Dylan Klebold un año antes del tiroteo en un centro comercial, del que no recordaba el nombre, y mantenido el contacto a partir de entonces. Dijo haber tenido “relaciones íntimas” con Eric en un par de ocasiones pero, cuando le preguntaron por alguna cicatriz o marca de nacimiento que hubiera podido identificar, dijo que no había visto ninguna porque la habitación estaba oscura. Se distanció de Eric meses después cuando descubrió que solo tenía 17 años, ya que había creído que era un estudiante universitario.
Brenda Parker mostrando la supuesta foto de Eric que guardaba en su ordenador |
Dos días después de ser entrevistada, Brenda volvió a ponerse en contacto con la policía para informarles de que tenía una foto y una grabación de audio realizada por Eric. Cuando se analizaron ambos artículos ni la persona de la foto fue identificada como alguien relacionado con el caso ni la voz de la cinta coincidía con la que podía escucharse en otras grabaciones realizadas por Eric.
La historia de Brenda apareció publicada como verídica en algunos artículos que se publicaron durante el verano de 1999.
Meses más tarde la policía volvió a ponerse en contacto con ella después de que intentara comprar una TEC-DC9 como la utilizada por Dylan Klebold y, utilizando el alias VoDkAREB (REB era el apodo de Eric y VoDkA el de Dylan), dijera en diferentes páginas web y chats que había tenido conocimiento sobre los planes de atacar Columbine y que ella también iba a haber participado, pero que no pudo porque esa mañana perdió el bus que la debería haber llevado hasta allí.
Cuando le advirtieron de la seriedad de sus acciones, admitió que se lo había inventando todo porque no tenía vida propia y pasaba demasiado tiempo en Internet.
A pesar de que su historia había probado ser falsa, Dave Cullen decidió incluirla diez años más tarde en su libro Columbine como si se tratara de un hecho real para defender su hipótesis de que Eric Harris era un mujeriego seductor, lo que contribuyó a su propagación.
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▪ Ensayaron la matanza en el instituto y lo grabaron en vídeo
Dos días después del tiroteo, algunos medios publicaron que los perpetradores habían ensayado la matanza en el propio instituto, vestidos con sus gabardinas, y lo habían grabado en vídeo.
En diciembre de 1998, Eric Harris tuvo que realizar un vídeo anunciando una compañía imaginaria para su clase de Gobierno y Economía. La compañía ofrecía asesinos a sueldo a los estudiantes que se sintieran acosados y, para publicitarla, realizó el vídeo conocido como Hitmen for Hire.
Escena del vídeo Hitmen for Hire |
Durante las exposiciones de los trabajos, todos los vídeos realizados por los estudiantes fueron proyectados para el resto de alumnos de la clase. Quienes habían visto el vídeo de Eric, que no se haría público hasta 2004, empezaron a describir su contenido, lo que llegó a oídos de algunos periodistas que creyeron que estas grabaciones se trataban de un ensayo general de la masacre.
El vídeo Hitmen for Hire también fue confundido en la prensa con otro realizado en 1997 por Scott Fuselier y otros tres estudiantes de Columbine, todos ellos ya graduados cuando tuvo lugar la masacre. En él se los muestra interpretando a agentes secretos (vestidos con gabardinas y cargados con armas) que tratan de detener a un científico loco que pretende hacer explotar el instituto. El vídeo, que fue emitido en el programa Inside Edition pero del que no hay ninguna copia en Internet, terminaba con los cuatro estudiantes saliendo del instituto mientras una serie de destellos anaranjados añadidos en postproducción como efectos especiales simulaban la explosión del edificio.
Otro de los vídeos que se encontró en los servidores escolares y que habían editado en la sala de informática del propio instituto delante de otros estudiantes es el conocido como Rampart Range, también mencionado en la prensa y en el que practican con las armas que utilizarían el día de la masacre.
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▪ Dan Rohrbough murió al ser disparado por la policía
La muerte de Daniel Rohrbough despertó bastantes dudas debido a las informaciones contradictorias que fueron surgiendo y la pésima forma por parte de la Oficina del Sheriff del condado de Jefferson de manejar sus datos.
El informe oficial publicado un año después del ataque, decía que Daniel había muerto tras ser disparado de cerca por Dylan Klebold, pero sus padres Brian Rohrbough y Sue Petrone se percataron desde el principio de que las pruebas físicas encontradas en la escena no encajaban con la narrativa oficial.
En diciembre de 2001, ambos presentaron una demanda en la que declaraban que su hijo había muerto a causa de los disparos de Daniel O’Shea, uno de los miembros del equipo SWAT que acudió al instituto. La información provenía de Jim Taylor, otro de los agentes que acudió a la escena y amigo de la familia, quien les dijo que había sido testigo de la muerte de su hijo.
Varios días después Taylor confesaría que había mentido a la familia y fue despedido. Tras ello, la Oficina del Sheriff del condado El Paso llevó a cabo una reinvestigación sobre la muerte de Daniel Rohrbough en la que se reveló que murió a causa de tres disparos realizados por Eric Harris con su rifle carabina durante los instantes iniciales del ataque, antes de que ningún agente de policía llegara al lugar.
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▪ Dan Rohrbough fue disparado mientras ayudaba a otros estudiantes a escapar.
Una semana después del tiroteo, Los Angeles Daily News publicaba un artículo sobre el funeral del chico en el que se leía “Daniel Lee Rohrbough, 15, mantuvo la puerta del instituto abierta el tiempo suficiente para que muchos de sus compañeros pudieran escapar de los dos asaltantes que irrumpieron en Columbine la semana pasada. Él no consiguió salir”.
Otras publicaciones detallaban más la historia. Daniel estaba almorzando en la cafetería cuando dos estudiantes vestidos con gabardinas entraron disparando y lanzando explosivos. Daniel, junto con varios estudiantes, huyó corriendo al exterior; pero una vez fuera volvió sobre sus pasos para mantener la puerta abierta y así facilitar la huida de más alumnos. Uno de los atacantes se percató, lo apuntó con su arma y disparó tres veces, tras lo que Daniel cayó sobre la acera y murió.
Lo que pasó en realidad tenía poco que ver. Daniel ya estaba fuera del instituto, subiendo las escaleras exteriores junto con varios amigos, cuando Eric y Dylan abrieron fuego. Los disparos lo pillaron desprevenido y no tuvo tiempo de reaccionar siquiera, su cuerpo quedó tendido al pie de las escaleras, lejos de cualquier puerta.
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▪ Eric Harris mató a Dylan Klebold antes de suicidarse
Esta teoría comenzó en 2002 a raíz de la publicación por parte del National Enquirer de dos de las fotos de la escena del crimen de Columbine en las que se veían los cuerpos sin vida de Eric Harris y Dylan Klebold. Acompañando a las imágenes se podía leer un artículo en el que se especulaba que Eric podría haber matado a Dylan antes de suicidarse.
La conclusión meramente se basaba en un análisis de las posiciones de los cuerpos y las armas en las fotografías, puesto que por entonces la autopsia de Dylan Klebold aún permanecía sellada y tan solo se había hecho público un resumen de la misma.
Según el resumen Dylan había muerto de un disparo en la sien izquierda pero en la fotografía parecía que estaba sujetando su arma con la mano derecha a pesar de ser zurdo. La TEC-DC9, que utilizó para quitarse la vida, estaba sujeta a su cuerpo con una correa por lo que una posibilidad es que, tras dispararse, la pistola quedara colgada balanceándose y su cuerpo cayera sobre ella.
La escopeta que utilizó Eric para suicidarse se encontró bajo su pierna derecha, probablemente la fuerza del disparo hizo que saliera despedida de sus manos y que acabara ahí tras la sacudida que experimentó su cuerpo al recibir el impacto.
Las posiciones de los cuerpos en realidad indican que, de no haberse tratado de un suicidio prácticamente simultáneo, Eric murió primero puesto que la cabeza de Dylan cayó sobre su pierna izquierda dejando restos de sangre sobre su pantalón
Los rumores llevaron a que los Klebold hicieron pública la autopsia de su hijo al completo, en la que se confirma que murió de un disparo autoinfligido realizado con su TEC-DC9.
Las fotografías fueron tomadas después de que algunos agentes hubieran alterado la escena sacando los explosivos que Eric y Dylan aún tenían en los bolsillos de sus pantalones. Junto a los cuerpos se pueden apreciar dos banderines rosas colocados para marcar las posiciones.
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▪ Eric Harris fue el líder y Dylan Klebold un simple seguidor
Otra de las ideas que más han parecido extenderse en los últimos años, en gran parte por culpa del libro Columbine de Dave Cullen, es que Dylan era inocente y fue Eric quien le hizo llevar a cabo el ataque. Aunque en realidad no quería, debido a su depresión y sus pensamientos suicidas, lo vio como una forma de poder morir.
Ambos estuvieron involucrados a partes iguales, de hecho, las siguientes pruebas dan a entender que Dylan incluso podría haber sido el autor intelectual.
En noviembre de 1997, escribe “[Censurado] me conseguirá un arma, llevaré a cabo una matanza contra quien yo quiera”. Y tres meses después utiliza por primera vez el término “NBK”, el nombre clave que darían al ataque en Columbine y la posibilidad de llevarlo a cabo con otra persona en lugar de Eric. “Pronto… o me suicidaré o me uniré a [censurado] y llevaremos a cabo NBK”. Si se tratara de Eric Harris, el nombre no habría sido censurado. Eric por su parte no menciona “NBK” hasta abril de 1998.
Un mes después, Dylan escribe en el anuario de Eric: “¡¡Nosotros, los dioses, nos divertiremos TANTO con NBK!! ¡¡Matando enemigos, haciendo explotar cosas, matando polis!! Tanta gente necesita morir… ¿¿Sabes lo que odio?? ¡¡A LAS PERSONAS!! ¡SÍÍÍ!”.
En las cintas del sótano hace predicciones sobre el número de víctimas: “Espero que matemos a unos 250. Serán los 15 minutos más tensos de mi vida, después de que las bombas estén colocadas y estemos esperando a atacar el instituto. Los segundos parecerán horas. No puedo esperar. Estaré temblando como una hoja”.
Horas antes del ataque escribió en su diario: “¿Cuán divertida es la vida sin un poco de muerte?”. Por último tenemos las declaraciones de Brooks Brown, quien escuchó la grabación completa de la llamada al 911 realizada por Patti Nielson y que registró la matanza que tuvo lugar en la biblioteca de Columbine: “Eric es mucho más estoico. Se ríe de algunas cosas, pero Dylan se lo está pasando en grande. Como si estuviera en una fiesta. Y está matando gente como si fuera una fiesta. Le divierte matar, es increíble lo feliz que se siente, está eufórico”.
Todo ello no hace parecer que fuera llevado a participar, ya que muestra entusiasmo, rabia y expectación por los asesinatos. Reducir todo a que Dylan era depresivo y Eric un psicópata no es acertado. El propio Eric dice en la cintas del sótano que desearía ser un sociópata para no sentir remordimiento, porque sí lo siente.
Al final lo único que importó fue que ambos odiaban el mundo, a la gente y querían ser recordados.
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▪ Fueron a clase de bolos esa mañana
Otro dato erróneo que continúa propagándose, especialmente debido a su inclusión en el documental Bowling for Columbine (2002) que incluso toma su título de este mito, es la afirmación de que Eric Harris y Dylan Klebold fueron a su clase de bolos la mañana del 20 de abril de 1999 antes de dirigirse al instituto para llevar a cabo la matanza.
Si bien es cierto que tanto Eric como Dylan estaban matriculados en una clase de bolos impartida por la profesora Kristine Macauley que tenía lugar los lunes, martes y miércoles de 6:15 a 7:15 en la bolera AMF Belleview Lanes durante su último cuatrimestre, la mañana del 20 de abril no acudieron a ninguna de sus clases.
En la bolera, los alumnos estaban dividido en equipos de cuatro personas. Eric y Dylan estaban en el mismo grupo junto con Nate Dykeman y Chris Morris. Nate confirmó que no asistieron a la clase aquella mañana, aunque otra compañera sí que los vio en el aparcamiento de la bolera, probablemente mientras hacían tiempo antes de que abrieran las tiendas para poder comprar las bombonas de propano.
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▪ Rachel Scott es mencionada en las cintas del sótano
Cuando a Darrell Scott, junto a otros familiares de las víctimas, se le ofreció la oportunidad de ver las cintas del sótano en diciembre de 1999, llevó consigo una grabadora. Poco después hizo pública una breve transcripción de los comentarios realizados por Eric y Dylan así como unos segundos de la grabación, alegando que mencionaban a su hija.
- Eric: Cállate la puta boca, Nick, te ríes demasiado.Y esas dos chicas que se sientan a tu lado, probablemente también quieren que te calles la puta boca. ¡Jesús! Rachel y Jen… y… como se llame.
- Dylan: No me gustáis, Rachel y Jen, sois unas pequeñas zorras creídas, unas jodidas cristianitas. ¡Putitas devotas!
- Eric: Sí… “¡Amo a Jesús!, ¡Amo a Jesús!”… ¡Callaos de una puta vez!
- Dylan: “¿Qué haría Jesús?” ¿Qué cojones haría yo? …
- Eric: ¡Os dispararía en la puta cabeza! ¡Vamos Romanos! Gracias a Dios que crucificaron a ese gilipollas.
Su conclusión se basaba en que la “Rachel” mencionaba estaba relacionada con un “Nick”, y su hija había ido al baile de graduación como pareja de Nick Baumgart. La pregunta “¿Qué haría Jesús?” realizada de forma sarcástica hace referencia a las pulseras con ese eslogan que se hicieron populares entre los grupos cristianos durante los años 90, por lo que es posible que Rachel Scott utilizara una de ellas como accesorio.
En la transcripción también se menciona a una “Jen”, diminutivo de Jennifer. Rachel y Jen “están sentadas junto a” Nick, lo que claramente hace referencia a la ubicación de los estudiantes en un aula. Durante su segundo cuatrimestre en 1999, periodo durante el que se realizó la grabación, Eric y Dylan estaban matriculados en la asignatura de psicología. Entre sus compañeros de esa clase encontramos a Nick Foss, Jennifer Grant, Rachel Baker y Rachael Goodwin. En las descripciones realizadas por la policía sobre los contenidos de las cintas del sótano se menciona que en esta misma grabación justo antes de hablar de Nick hacen comentarios sobre “Dustin Harris” o “Dustin Harrison”; otro de los estudiantes de la clase de psicología era Dustin Harrison. Todo esto parece dejar bastante claro que estaban hablando de la gente que estaba cursando esa asignatura con ellos y no de Rachel Scott.
También conviene recalcar que la Rachel mencionada parece tener mala opinión de ese Nick, lo que no encaja con la buena relación entre Rachel Scott y su pareja del baile de graduación Nick Baumgart. En su entrevista con los investigadores, Nick Baumgart dijo que conocía a Dylan y a Eric desde hacía años y que Rachel Scott “no tenía nada que ver con ellos, que probablemente ni los conociera”.
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▪ Cassie dijo sí
El libro She Said Yes escrito por Misty Bernall, la madre de Cassie, incluye el siguiente pasaje:
Uno de ellos le preguntó (a Cassie) si creía en Dios. Ella hizo una pausa, como si no supiera lo que iba a responder, y luego dijo sí. Debía estar asustada, pero su voz no sonó temblorosa, sino firme. Luego le preguntaron por qué, pero no le dieron la oportunidad de contestar. Le pegaron un tiro.
A su vez, otros testimonios indicaban que la pregunta fue realizada a otra estudiante, Valeen Schnurr, quien resultó herida pero sobrevivió. Entonces, ¿qué pasó en realidad?
La muerte de Cassie tuvo lugar en una biblioteca en la que había muchos estudiantes atrapados, lo que nos proporciona varios posibles testigos. Cassie se encontraba bajo la mesa 20, en el lado oeste de la biblioteca, mientras que Valeen se ocultaba bajo la mesa 2, en el lado este de la misma, junto a la entrada principal.
Hay un total de 46 testimonios de testigos que se encontraban allí, pero solo 24 mencionan haber oído los comentarios sobre Dios u observaron la interacciones que hubo entre los perpetradores y Cassie Bernall o Valeen Schnurr.
De ellos, 15 declararon que la conversación tuvo lugar en la zona en que se encontraba Valeen o la identificaron directamente como la persona que participó en el diálogo. Solo dos testigos defendieron que la conversación había tenido lugar entre Cassie y los perpetradores: Joshua Lapp y Craig Scott.
Joshua Lapp (Punto L en la imagen) se escondió bajo la mesa 8 y dijo que, aunque no vio nada, lo escuchó todo y reconoció la voz de Cassie. Sin embargo, cuando los investigadores le preguntaron en qué parte de la biblioteca había tenido lugar la conversación, indicó que en la zona “más cercana al pasillo”, es decir, la sección este.
Craig Scott, hermano pequeño de Rachel Scott, fue la primera persona que contó a los Bernall la supuesta conversación sobre Dios entre Cassie (cuya voz dijo reconocer) y los perpetradores; y probablemente fueran sus declaraciones las que dieran inicio al mito que se extendería como la pólvora.
Craig Scott (punto S en la imagen) se encontraba bajo la mesa 16 y según su declaración a la policía “escuchó a una chica gritar “¡Oh Dios mío! No quiero morir”, tras lo que uno de los atacantes le preguntó “¿Crees en Dios?”. Ella volvió a decir “Por favor, no quiero morir” y el asaltante le repitió la pregunta, a lo que respondió afirmativamente. Después escuchó varios disparos y no volvió a oír la voz de la chica”.
El 25 de mayo de 1999, Craig volvió a la biblioteca de Columbine con los investigadores. Cuando le pidieron que indicara el lugar donde había escuchado la supuesta conversación entre Cassie y los perpetradores señaló las mesas 1 y 2, donde se había escondido Valeen. Cuando le dijeron que esa no había sido la ubicación en la que se encontraba Cassie indicó las mesas 7 y 8. Al comunicarle que eso también era incorrecto se puso terco. Finalmente se le informó que Cassie había estado bajo la mesa 19, tras lo que se enfadó y abandonó la biblioteca.
Mapa de la biblioteca de Columbine |
Tras ello, cambiaría su versión para decir que escuchó a los perpetradores hacer la pregunta dos veces a dos chicas diferentes, una situada en cada uno de los extremos de la biblioteca.
Cabe destacar que ninguno de los dos vieron cómo tuvo lugar la conversación ni la muerte de Cassie, solo escucharon la conversación e indicaron correctamente dónde se llevó a cabo, pero no identificaron a la chica que dijo sí correctamente.
Otros cuatro testigos vieron y/o escucharon directamente el asesinato de Cassie. El informe oficial lo describe de la siguiente manera: “Eric Harris caminó hacia la mesa 19, se agachó y vio a dos chicas. Golpeó dos veces la parte superior de la mesa, dijo ‘Cu-cú’ y disparó, matando a Cassie Bernall”.
Emily Wyant (punto W), que se encontraba bajo la mesa 19 junto a Cassie dijo que no tuvo lugar ninguna conversación. Byron Kirkland (K) y Aaron Cohn (C) estaban ocultos bajo la mesa 20; Byron tampoco escuchó ninguna conversación, simplemente vio como uno de los perpetradores apuntaba y disparaba a una de las dos chicas, Aaron escuchó a uno de ellos decir “Cu-cú” tras agacharse y disparar a una de las chicas a continuación.
Por último, Bree Pasquale (punto P en la imagen), cuya entrevista minutos después de escapar de la biblioteca ha sido repetida en numerosas ocasiones, tampoco menciona ninguna conversación. Bree estaba sentada en el suelo junto a la mesa 20, desde allí veía a Cassie bajo la mesa 19, mirando hacia el este y cubriéndose los lados de la cabeza con las manos. Eric Harris llegó hasta el lado sur de la mesa, golpeó sobre ella dos veces y dijo “Cu-cú”, tras lo que se agachó y disparó una vez.
Por otro lado, numerosos testigos vieron y/o escucharon a Valeen Schnurr siendo alcanzada por las balas mientras se ocultaba bajo la mesa 2, lo que le hizo gritar “¡Oh Dios mío!”. Debido a su exclamación, uno de los perpetradores le preguntó si creía en Dios mientras que el otro le preguntó el porqué cuando contestó afirmativamente. La conversación tuvo lugar después de haber sido herida Sin embargo, no la volvieron a disparar tras sus respuestas.
A pesar de que dos estudiantes identificaran incorrectamente la voz de Cassie, ellos mismos señalaron la zona en la que se encontraba Valeen como el lugar donde se realizaron los comentarios, confirmando que fue ella quien contestó a la pregunta. Es por ello que todo indica que la única conversación sobre Dios que tuvo lugar fue la que hubo entre Valeen Schnurr y los perpetradores, y que la respuesta de Valeen fue atribuida erróneamente a Cassie.
No sería hasta el 23 de septiembre de 1999, cinco meses después, cuando en la web Salon.com aparecería el primer artículo desmintiendo la historia de Cassie contestando “Sí”. El periódico Rocky Mountain News también publicó un artículo al respecto al día siguiente, al parecer lo tenían preparado desde hacia tiempo pero no lo habían querido publicar para no decepcionar a la comunidad, que parecía haber encontrado consuelo en una historia que era símbolo de valentía y compromiso.
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▪ Rachel dijo sí
La muerte de Rachel Scott tuvo lugar durante los momentos iniciales del ataque, puesto que todo transcurrió en el exterior, la mayoría de los testigos potenciales pudieron huir. Corriendo por sus vidas, obviamente no se pararon a observar detenidamente lo que estaba sucediendo.
Las grandes distancias involucradas hacían que fuese difícil ver e imposible oír lo que Eric Harris y Dylan Klebold hacían y decían. La ubicación de Rachel y Richard junto a la entrada oeste solo era visible desde una pequeña parte del aparcamiento y de los campos de fútbol cercanos.
La versión oficial es bastante escueta: “La primera serie de disparos se efectuó hacia la entrada oeste y alcanzó a Rachel Scott y Richard Castaldo, quienes estaban sentados en el exterior almorzando. Rachel murió por las heridas de los disparos y Richard quedó herido de gravedad por los múltiples disparos”. El diagrama que acompaña a la descripción (mostrado más abajo) muestra a Eric y Dylan disparando a Rachel y Richard situados a varios metros de distancia.
Pero fue otra versión la que se extendería como una leyenda urbana durante las semanas que siguieron al ataque. La misma fue incluida en el libro Rachel’s Tears, escrito por los padres de Rachel y publicado el día del primer aniversario de Columbine:
Richard y Rachel estaban sentados fuera cuando vieron a Harris y a Klebold acercarse. De improviso, los dos jóvenes abrieron fuego, partiéndole la columna a Richard y disparando a Rachel dos veces en las piernas y una en el torso.
Mientras Richard yacía aturdido y Rachel intentaba arrastrarse hacia un lugar seguro, los perpetradores comenzaron a alejarse, solo para regresar segundos después. En ese momento Harris supuestamente agarró a Rachel por el pelo para levantarle la cabeza y le preguntó: “¿Aún crees en Dios?”
“Sabes que sí”, respondió Rachel.
“Entonces vete con Él” contestó Harris antes de dispararle en la cabeza.
Llama la atención lo específica que es esta versión en la que se incluyen detalles dramáticos, casi teatrales, y diálogo. El contraste entre la versión oficial y el mito hacen preguntarse, ¿de dónde salen estos detalles tan precisos?
Si acudimos a las documentos publicados, en las casi 700 páginas de declaraciones de los testigos encontramos muy poca información al respecto. Denny Rowe, Mike Johnson y John Cook eran los que más cerca se encontraban de Rachel y Richard cuando comenzó el tiroteo y dijeron ver cómo ambos estaban sentados en el suelo junto a la entrada oeste y cómo sus cuerpos se desplomaron tras recibir los disparos. Cuando Eric y Dylan volvieron sus armas hacia ellos, se levantaron y huyeron corriendo.
En la documentación hecha pública solo encontramos una breve entrevista con Richard realizada el 4 de mayo de 1999 en el hospital en que se encontraba. En ella decía que tras recibir los disparos y caer al suelo continuó escuchando diferentes sonidos y que había mucho ruido, recordaba escuchar a Rachel llorando y creía que a ella también la habían disparado. Dijo que tras recibir los disparos iniciales no vio a los perpetradores por un corto espacio de tiempo y que, cuando volvieron, estaban disparando hacia las puertas de la entrada oeste. Después desaparecieron de su vista. No hizo ninguna mención sobre los asaltantes hablando con Rachel, levantándola del pelo o disparándole en la cabeza.
Los investigadores terminaron la entrevista porque notaron que Richard estaba cansado y “comenzó a mover su brazo derecho alrededor de su cara y cuello, cubriendo su cara en ocasiones, como si estuviera nervioso o no quisiera recordar lo que había sucedido”.
En el apartado de balística, se dice que fragmentos de balas de 9mm fueron encontrados en el cuerpo de Rachel, es decir, que deberían haber sido disparados o bien con la TEC-DC9 de Dylan o con el rifle carabina de Eric, ya que las escopetas de ambos utilizaban munición de calibre 12 (18,53mm de diámetro).
En el documento se identifica el rifle carabina como el arma de origen de las balas. De acuerdo al mito, Eric debería haber levantado a Rachel agarrándola del pelo (que llevaba muy corto entonces) con una mano, mientras con la otra sujetaba su rifle de 83cm de longitud y apuntaba a su cabeza antes de apretar el gatillo. Una situación bastante difícil y absurda por el tamaño del arma, ya que el propio Eric utilizó su escopeta recortada para disparar a poca distancia en la biblioteca puesto que era más fácil de manejar.
Fotografía del lugar y diagrama con la ubicación de los perpetradores (H, K) y sus víctimas (Scott, Castaldo) |
Cuando analizamos cómo se originó la historia y cómo se propagó nos encontramos con varias figuras clave: Bruce Porter, pastor de la iglesia a la que acudían la madre y el padrastro de Rachel, fue quien ayudó a propagar la historia durante los primeros días; la madre de Richard, Connie Michalik, una de las fuentes originales de la historia; así como los padres de la propia Rachel, quienes añadieron detalles y diálogo específico.
Bruce Porter fue uno de los pastores de la comunidad evangélica que más utilizó toda la cobertura mediática que recibió el tiroteo de Columbine como forma de publicitar su mensaje, especialmente entre la juventud, y así tratar de captar adeptos. Escribiría un mensaje el 22 de abril de 1999 que sería reenviado en cadena de manera masiva por correo electrónico en el que decía que según testimonios de los testigos, Rachel había contestado afirmativamente cuando los perpetradores le preguntaron si creía en Dios antes de morir. En otro mensaje escrito el 25 de abril, mismo día en que ofició el funeral de Rachel, se retractó diciendo que las historias de los testigos mencionadas en realidad hacían referencia a Cassie Bernall, y añadió que había que esperar hasta que Richard contara su versión sobre lo que le había pasado a Rachel.
El 20 de mayo de 1999 mandaría otro mensaje en cadena por correo electrónico en el que decía: “Richard ha confirmado que Rachel reafirmó su fe en Dios momentos antes de que su asesino le pusiera una pistola en la cabeza y le dijera: Entonces vete con Él ahora”. Cuando Porter fue entrevistado por Justin Watson, autor del libro The Martyrs of Columbine, admitió que en realidad no había recibido ninguna confirmación y que se había basado en rumores que estaban circulando a la hora de escribir el mensaje.
Connie Michalik, madre de Richard Castaldo, parece ser a todas luces el origen de esta historia, al menos en su versión menos específica. En un artículo publicado en el Denver Post el 13 de junio de 1999 se dice que Richard contó a su madre que “Rachel yacía en el suelo llorando, entonces caminaron hacia ella y la volvieron a disparar”.
En otro artículo que apareció en el Denver Post el 16 de diciembre de 1999, Richard es citado diciendo “No recuerdo eso” al respecto de Rachel afirmando su creencia en Dios antes de ser asesinada. Connie también es citada en el artículo: “Los recuerdos de Richard sobre aquel día se están desvaneciendo. Al principio dijo que podía escucharla llorar y que trató de ayudarla. Pero luego volvieron y la dispararon otra vez. Richard se hizo el muerto. (Los perpetradores) le dijeron algo a Rachel, pero (Richard) estaba demasiado lejos para saber qué dijeron”. Richard estaba sentado junto a Rachel cuando ambos recibieron los disparos y sus cuerpos aún seguían a centímetros de distancia cuando los agentes llegaron a la escena y los movieron para evacuar a Richard.
No sería hasta enero del 2000 cuando Connie contactaría por teléfono con la familia de Rachel y les dijera que su hijo había descrito cómo había muerto Rachel durante los primeros días tras el tiroteo. Parte de la llamada apareció en un episodio del programa Dateline, y en ella se escucha a Connie añadir un dato nuevo: “Le gritaban cosas sobre Dios y ‘¿Crees en Dios?’ Y ese fue, literalmente, el último minuto de su vida”.
Connie dio versiones similares en las que los perpetradores se burlaban de Rachel haciéndole comentarios sarcásticos sobre Dios antes de asesinarla cuando fue entrevistada en dos ocasiones en la primavera del 2000, en la primera no se hace referencia a ninguna posible respuesta por parte de Rachel mientras que en la segunda sí se afirma que Richard no pudo oír la respuesta que ella dio.
Durante el primer aniversario de la matanza se celebró una ceremonia en honor a Rachel en la que Richard dijo: “La gente me cuenta que dije que Rachel dijo que creía en Dios, y no puedo recordarlo. Pero de alguna manera sé que ella hizo lo correcto al final”.
Un año después, en una entrevista con Justin Watson en junio de 2001, Connie cambiaría su versión para decir que Richard sí que escuchó la respuesta. “Rachel lloraba y gimoteaba de dolor mientras respondía ‘Sí’ repetidamente a las preguntas y burlas sobre Dios”.
El testimonio de Connie es problemático tanto por su origen como por los cambios que ha experimentado con el tiempo. Ella habla de algo que contó Richard durante los primeros días en su habitación del hospital cuando al parecer solo ella estaba presente, por lo que nadie más puede corroborar que sucediera o no. A esto debemos añadir los cambios que sufría la historia que contaba: en una primera versión los perpetradores se acercaban para rematar a Rachel sin interactuar con ella, mientras que en la siguiente sí que le hicieron comentarios que Richard no escuchó antes de dispararle de nuevo. En la tercera versión se identifican estos comentarios como burlas hacia sus creencias religiosas y en la última incluso se añade la respuesta dada por Rachel.
Pero, ¿por qué cambiaría Connie su historia? La causa más probable es en solidaridad con la familia de Rachel y el deseo de poder contarles lo que seguramente querían oír.
Los detalles específicos respecto a cómo todo sucedió parecen haber sido elaboradores por la familia de la propia Rachel, como si de una licencia creativa o dramática se tratara, con el fin de comunicar la historia de forma más efectista e impactante.
Los familiares de Rachel fundamentaron su creencia sobre los últimos momentos de la vida de su hija en la historia contada por el pastor Bruce Porter, donde decía que Richard había confirmado que Rachel había muerto por su fe, una historia falsa puesto que el propio Porter confirmó no haberse puesto en contacto ni con Richard ni con sus familiares.
El 10 de junio de 1999, los padres de Rachel aparecieron en un segmento del programa 48 Hours relatando la misma versión de Porter: “Le preguntaron (a Rachel) si creía en Dios y dijo que sí. A lo que le contestaron: ‘Entonces vete con Él’”.
Pero sería en otro artículo publicado en septiembre de 1999 cuando se incluyeran nuevos detalles dados por Darrell Scott, padre de Rachel: uno de los perpetradores levantando a su hija agarrándola del pelo, así como su respuesta rotunda: “Sabes que sí”.
Cabe destacar que todo esto tuvo lugar antes de que Connie Michalik contactara por teléfono con la familia de Rachel, hecho que no tuvo lugar hasta enero del año 2000, nueve meses después del tiroteo en Columbine. Por lo que estas descripciones no pueden proceder de los recuerdos que pudiera tener Richard Castaldo en un principio sobre lo sucedido.
Finalmente, en el libro Rachel’s Tears publicado en abril del 2000 se añadía una especificación más: la identificación de Eric Harris como el perpetrador que interactuó con Rachel. Mientras que Dylan probablemente sí conocía a Rachel de pasada puesto que ambos habían formado parte del club de teatro de Columbine, no hay ninguna prueba de que Eric y Rachel se conocieron siquiera.
Todo ello supone una fuente de información bastante débil, los últimos momentos de la vida de Rachel se basan en el recuerdo efímero de un estudiante herido y traumatizado transmitido a una única persona, su madre, quien ha ido dando diferentes versiones sobre lo que su hijo supuestamente le contó. La historia sería difundida por un pastor que solo quería utilizar la muerte de Rachel para ayudar a propagar su mensaje religioso sin siquiera corroborar las fuentes de la información. Por último, sus padres creerían la versión del pastor sin pararse a cuestionar su veracidad y actuarían del mismo modo, no solo ayudando a extender la historia para promover su agenda religiosa, sino también añadiendo detalles dramáticos a la misma.
Lo más probable es que la versión oficial sea cierta: los perpetradores dispararon a Rachel desde lejos alcanzándole en el brazo y pierna izquierdos, torso y cabeza y provocando su muerte. Otra opción es que la primera ráfaga de disparos la alcanzara solo en brazo, pierna y en el torso, y que cuando Eric y Dylan se dirigían a la entrada oeste para acceder al instituto y pasaron por delante de Richard y Rachel, detectaran movimiento u oyeran el llanto y dispararan de nuevo alcanzándole en la cabeza, sin que ninguna conversación tuviera lugar.